Revolución Islámica: Prosperidad económica, independencia en la Defensa | Irán Hoy

Hace 46 años, el pueblo de Irán dio un rotundo “no” al Shah. A pesar de su profunda aspiración al modernismo y progreso, su Gobierno dejó tras de sí un legado de pobreza generalizada, inflación galopante y corrupción sistemática.

Aunque Irán estaba equipado con plantas de energía nuclear, la mayoría de su población se veía privada del acceso al agua potable. Uno de los objetivos centrales de la Revolución Islámica era instaurar la justicia social en el país y garantizar la distribución equitativa de los recursos en toda la nación. Buscaba transformar a Irán en una tierra donde la riqueza no estuviera confinada a unos pocos privilegiados, donde los recursos naturales no fueran saqueados por extranjeros y donde la generación de riqueza allanara el camino hacia un futuro más brillante.

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